02 junio, 2007

¿Y ahora? A comer asado con cuchara

El manual de la ingeniería social progre asegura que las armas de fuego son objetos intrínsecamente malos, que en proximidad con el hombre -bueno por naturaleza, como el Emilio de Rousseau- lo fuerzan a asesinar al vecino, con el cual conviviría en paz si no tuviese a la vista alguno de estos artefactos diabólicos.Esta concepción animista parece sostener que la violencia está producida por el objeto y no por el sujeto. Así que toda oportunidad, como el reciente episodio del V-Tech revive la sanata sobre las armas en manos de civiles.Me gustaría ver que argumentos usan los desarmistas, ante una matanza masiva hecha a cuchillo.A lo mejor, como dije una vez, salen impulsando el RENAPUCO (Registro Nacional de Armas Punzo-Cortantes) y se les ocurre exigir la licencia de legítimo usuario de tramontinas.