(publicado en BlogBis)
Desde esta página y la que dedico especialmente al tema vengo publicando artículos en defensa del derecho a la tenencia y portación de armas, y vengo comentando de qué manera éste gobierno viene operando directa e indirectamente a través de sus medios adictos, para forzar el desarme civil.
Que la división de poderes está rota en la Argentina, no es ninguna novedad, que el estado de derecho está haciendo agua, tampoco. En definitiva, que la noción de república se encamina a su extinción, es una verdad a gritos que sólo los necios pueden ignorar.
La semana pasada Ámbito Financiero dio cuenta de una noticia que -vinculado al tema de las armas- cierra el panorama sobre el fin de los preceptos constitucionales, específicamente al de igualdad ante la ley.
Se trata de la compra por parte del Estado de diez pistolas Glock 18, para distribuir entre algunos funcionarios, ministros y jueces. Lo malo no es ni el procedimiento de compra, ni el número de armas. Sucede que las Glock 18 son armas de fuego automático, y como tal están directamente prohibidas para todo usuario civil, por la ley de armas en vigencia.
Si a esto sumamos algunos trascendidos preocupantes sobre la entrega de portaciones a piqueteros y "actores sociales" uno puede ver para dónde va la micro, como dicen en Chile. Después no digan que nadie avisó.