Ayer me contaban que en el norte de Santa Fe muchos colonos (la palabra parece antigua, pero es la empleada en la zona para hablar de pequeños productores) se han organizado preparandose para la resistencia armada. No por casualidad el Senador Reutemann dice que es "un milagro" que no haya habido incidentes graves en los piquetes. Él mismo es hombre de campo y conoce a la gente del norte santafesino. Al fin y al cabo dos veces ganó la gobernación con el voto de esa zona.
Pienso en esa gente organizándose para resistir, escucho al jefe de las patotas paraestatales decir que lo mueve "el odio a la oligarquía" y veo que no me equivocaba cuando hace un par de años decía que toda la movida desarmista de los Montoneros en el poder apuntaba a facilitar una operación de ingeniería social que borrara toda posibilidad de resistencia.
A esta altura, me alegro de haber hecho mi pequeño aporte para resitir al desarme, que a pesar del apoyo de idiotas útiles que creen que el país saló de un repollo, no tuvo verdaderos efectos hasta ahora.
Acuerdense de que si esta lacra se llega a ir del poder, una de las primeras cosas que hay que hacer es garantizar el derecho a la tenencia y portación de armas.
