Acabo de volver a Rosario, después de tomarme el fin de semana para hacer miniturismo. En el viaje pasé por una ciudad de provincia que conocí hace unos 25 años cuando tenía un modesto pero prolijo Tiro Federal, con colimbas y todo.A la entrada, entre dos pintorescos torreones casi de escenografía, campeaba aquel lema "Aquí se aprende a defender a la Patria". La imagen que encontré ahora es desoladora. Las instalaciones han sido abandonadas, aparentemente hace ya muchos años. En las líneas crecen tacuaras respetables, y todo lo de valor ha sido arrancado. En las paredes semidemolidas montones de pintadas de aerosol, de lo que gusten. Afuera, lo más notable es que el letrero de fierro con el lema desapareció.Me quedé pensando un rato, mientras recorría las ruinas. Y me cayó la ficha. Lógico, me dije. Aquella Patria que se enseñaba a defender ya no existe más. A nadie le interesa que los ciudadanos sean aptos para defender a su País ni a su Constitución. A lo mejor para muchos es algo obvio. Pero verlo así, tan concreto y tan patente me dejó una pena terrible.