(publicado en BlogBis.)
Esta mañana en su revista dominical el Boletín Oficial, perdón, el diario Clarín, publica en tapa una nota titulada "Armas fuera de control" que arranca bien, tratando el tema de las armas ilegales. Pero enseguida se desbanda y la emprende contra las armas legales con argumentos obvios como "Armas son armas y todas sirven para disparar y matar", otros falaces: "las armas que ahora son ilegales fueron fabricadas legalmente y si saltaron al otro circuito es porque el camino suele ser corto" que contradicen otros números del propio artículo: "datos del año pasado del Ministerio de Justicia sostienen que el 99 por ciento de las armas usadas en delitos estaban en negro".
El asunto es confundir, para que cale en Doña Rosa lo que dicen los miembros de las organizaciones desarmistas: "Hay que avanzar hacia el desarme total . Que la gente deje de relacionar un arma con la seguridad o el deporte y la relacione con la violencia." O sea: las armas son malas, tenerlas implica ser un violento por naturaleza. Esta línea argumental es la misma de la diputada Jarque, que se queja porque el RENAR se autofinancia (obvio, debe adorar las dependencias deficitarias) y señala que en la web de ese organismo "no hay ni siquiera un cartelito que advierta sobre la peligrosidad de las armas para la población".
Me quedé pensando. En las concesionarias de autos tampoco hay carteles de advertencia, y eso que en los últimos años según el Ministerio de Justicia los homicidios en accidentes de tránsito superaron largamente los hechos dolosos (con y sin armas de fuego).Pero no entienden razones. Porque el desarme tiene otro objetivo, que no es la seguridad ciudadana. Es simplemente, una cuestión de control, de coartar libertades y cercenar derechos.
El asunto es confundir, para que cale en Doña Rosa lo que dicen los miembros de las organizaciones desarmistas: "Hay que avanzar hacia el desarme total . Que la gente deje de relacionar un arma con la seguridad o el deporte y la relacione con la violencia." O sea: las armas son malas, tenerlas implica ser un violento por naturaleza. Esta línea argumental es la misma de la diputada Jarque, que se queja porque el RENAR se autofinancia (obvio, debe adorar las dependencias deficitarias) y señala que en la web de ese organismo "no hay ni siquiera un cartelito que advierta sobre la peligrosidad de las armas para la población".
Me quedé pensando. En las concesionarias de autos tampoco hay carteles de advertencia, y eso que en los últimos años según el Ministerio de Justicia los homicidios en accidentes de tránsito superaron largamente los hechos dolosos (con y sin armas de fuego).Pero no entienden razones. Porque el desarme tiene otro objetivo, que no es la seguridad ciudadana. Es simplemente, una cuestión de control, de coartar libertades y cercenar derechos.