(Publicado en BlogBis)
Esta mañana de domingo, gracias a la invitación de un amigo privilegiado fui al polígono a tirar con un FAL. Un hermoso ejemplar con culata, pistol grip y guardamano en madera con el que me di el gusto de hacer diana a 100 metros. Digo que el dueño del FAL es privilegiado porque tiene su arma desde antes del decreto -inspirado en el "ban" norteamericano- que en 1995 dejó a los fusiles de asalto fuera de alcance de cualquier Legítimo Usuario (ciudadanos que deben demostrar su apego a la ley, idoneidad y medios de vida lícitos) y creó un sistema por el cual sólo los favorecidos por un permiso especial, concedido graciosamente por algún funcionario, pueden adquirir uno.