28 octubre, 2004

Consecuencias de un post

(Publicado en BlogBis)

Cuando hace tres días publique mi Excursus Ironicus lo hice no en animus iocandi sino con la clara intención de epater le bourgeois. El texto fue levantado por Urgente 24 y armó un considerable alboroto, por el número de comentarios que generó obligó a extender el debate en un título aparte. (Lástima que El Editor no puso el crédito de mi autoría, aunque tuvo en portada por casi dos días mi dibujito)
Entre los comentarios recibí de mi amigo (y recargador de munición) Héctor una respuesta -y advertencia- brillante:

"Che, tené cuidado con lo que escribís, a ver si todavía algún cráneo político te hace caso. Tendremos que comer asado con cuchara, entonces alguien le sacara el ojo a otro alguien y van a prohibir las cucharas, con el problema que tendremos al tomar sopa con tenedor. "
"Como medio de defensa, sin cuchillos tramontina ni cucharas solo quedaría clavarle el tenedor en el cuello a nuestro agresor de turno. Con los políticos abstenerse. porque vendría alguien peor, que va a prohibir también los tenedores, (Tenedores Libres también , por las dudas vio? ), al fin tendremos que volver a la era prehistórica y comer como nuestros felices antepasados, con las manos. "
"A estos felices antepasados nadie les pedía credencial de legítimo usuario de piedras ni palos, no había abogados, políticos ni demás animalitos creados por la evolución de la especie, por eso eran re-felices!!!!!!"
" Saludos y buenos tiros"

25 octubre, 2004

Excursus Ironicus (o mas bien, defendiendo mi derecho a tener armas de fuego)

(publicado en BlogBis y Urgente24)



Después de que Junior en pleno brote sicótico la emprendió a tiros contra sus compañeros de escuela en Carmen de Patagones, usando la pistola reglamentaria de su padre suboficial de la PNA, gran parte de la prensa nacional (un poco de puro progre, otro poco por simple incapacidad) tomó el camino fácil: la culpa es de las armas de fuego, artefactos diabólicos capaces de corromper a la gente y de convertir al mas tierno pichoncito en un homicida feroz y despiadado.
Con esa posición, como es habitual en la Argentina se escapa por la tangente y se eluden los temas cruciales: la violencia anidada en la sociedad y la incapacidad del sistema educativo para detectar y contener a estos casos extremos, a los que se encubre con responsabilidades difusas y acusaciones nebulosas y genéricas.
Hoy a la tarde se supo que en Santa Fe un alumno de 8º año atacó a un compañero con un cuchillo . En julio, en Buenos Aires, un hombre trasvestido apareció apuñalado con un tramontina. En marzo de este año, en Capitan Bermúdez un vecino atacó a dos chicas, mató a una y a un vecino que quiso defenderlas, para lo que empleó un cuchillo del mismo tipo . En 2003 en Safita un hombre asesinó con este elemento punzo-cortante a su mujer e hijos. En 2001, en un episodio terrible un hombre degolló con un “serruchito” de estos a los cuatro hijos de su concubina. Ni que hablar de las 113 puñaladas con que Fabián Tablado, entonces de 20 años, mató a su novia en 1996. Siguen los ejemplos (para el que no me crea: ver en Google)
No se cómo hasta ahora nuestros abundantes analistas mediáticos, nuestros clones pampeanos de Michael Moore no se han dado cuenta que en aras de conseguir una sociedad beatífica y una paz pastoril debe abogarse por la eliminación inmediata e irrestricta de los feroces cuchillos de hoja aserrada. Es sabido que sólo una sociedad destramontinizada es una sociedad feliz. El tramontinismo solo ha acarreado al mundo penares: millones de dedos cercenados, y miles de degollados, destasados, descuartizados y apachurrados. Además es conocido que todo tenedor de tramontinas, legales o ilegales es un delincuente en potencia, qué espera agazapado el momento de dar a conocer la perversidad de su ser para empotrarle una hoja serrucho en la crisma al prójimo
Es más, yo tomo la iniciativa y reconociendo que en determinados casos estos elementos son indispensables propongo crear un Registro Nacional de Elementos Punzo-Cortantes (RENEPUCO), que otorgue luego de exhaustivas pruebas psicofísicas y de idoneidad la Credencial de Legítimo Usuario de Cuchillo Serruchito. Regulemos y prohibamos. Esa es la solución.

12 octubre, 2004

Armas

(carta de lectores publicada en La Nación)
Señor Director:
"La tragedia de Carmen de Patagones ha dado pie a que las organizaciones que defienden el desarme civil pongan su mira en la tenencia de armas como eje de la cuestión. Lo falaz del argumento queda demostrado por sus propios números: con 2.200.000 armas registradas en poder de civiles, si éstas fueran la causante de la violencia escolar, lo sucedido en Patagones no debería ser un hecho aislado, sino una cotidianidad, ya que al decir de Gabriel Conte «esto pone en evidencia, una vez más, qué pasa cuando se tiene un arma cerca»."La falta de sustento de los argumentos desarmistas queda en evidencia cuando se reclama «discutir seriamente si las armas deben o no estar al alcance de civiles». Tristemente el arma homicida de Patagones no era civil, sino que fue pagada por el Estado y entregada a uno de sus agentes."Tal vez estas organizaciones anhelen también fuerzas de seguridad desarmadas, que imposibilitadas de defender a una sociedad desarmada sucumban ante una delincuencia que jamás, jamás entregará sus armas."
Arq. Rubén Benedetti