Los desgracuiados que insisten con la mentira de desarmar a la población para evitar la violencia en la sociedad (o mejor, los "conflictos interpersonales" como les gusta decir) parece que suponen que la gente mata o se mata por el solo hecho de tener un arma de fuego a mano. Disimulan así de animismo un intento de ingeniería social que lo que pretende en realidad es dejar a la sociedad desarmada.
Los japoneses siguen demostrando que no hace falta ni una glock para suicidarse ni un fusil de asalto para matar una banda de gente.
Mientras ayer un fulano asesinó a seis con un cuchillo, cunden los suicidios con gases tóxicos generados a partir de detergentes y limpiadores domésticos.
Los japoneses siguen demostrando que no hace falta ni una glock para suicidarse ni un fusil de asalto para matar una banda de gente.
Mientras ayer un fulano asesinó a seis con un cuchillo, cunden los suicidios con gases tóxicos generados a partir de detergentes y limpiadores domésticos.