Yo creo en cambio que el desarmismo esconde intenciones de ingeniería social, impulsadas primero por quienes quieren a los ciudadanos como seres desarmados por principios morales difusos, de lo que se aprovechan otros que los quieren desarmados por intereses políticos claros.
Pensar que las armas por sí solas matan gente o hacen a la sociedad mas proclive a amasijarse por cualquier cosa es insostenible, y hay hechos cotidianos que refuerzan la realidad de que si uno está dispuesto a matar, mata con cualquier cosa.