(publicado el 04/04/2006 en Blogbis)
Desde la llegada al poder de Kirchner y su montonerismo redivivo, ha estado dando vuelta la idea de desarmar a la población.En tres años, con el acompañamiento de la prensa adicta, apareció varias veces la idea. Adornada con ideales pacifistas, con primorosos discursos en pos de una sociedad sin conflictos, el intento de implementar el desarme como grosera medida de ingeniería social estuvo siempre presente y adquirió impulso con dos o tres episodios que fueron convenientemente explotados por el periodismo cómplice.
Con la llegada de Nilda Garré al ministerio de defensa, llegó el nuevo director del Renar, casualmente otro Garré. Raúl, que es el hermanito de Nilda.Nilda además de tener el mérito de haber sido una de aquellas diputados de la Tendencia que el 74 abandonaron la Cámara, viene directamente de Caracas, donde pudo alimentar su chavismo, entre recepciones y canapés, además de aprender cómo se hace una milicia civil comme il faut para reemplazar a las Fuerzas Armadas.Ahora los tipos quieren quemar la escalera por la que llegaron al poder. O al menos, la escalera por la que intentaron una vez, hasta que los bajaron de un hondazo.
Ahora, con el nuevo jefe del Renar, se implementa el primer paso hacia un desarme civil. No es un paso abierto y desembozado, sino que justamente copia un modelo que ya se aplicó en Venezuela (y fracasó, por lo que es dificil que funcione acá) . El sistema, anunciado en la Resolución 50/2006 de hoy, se encubre en una amplia amnistía para declarar armas no registradas.El truco está que para que el procedimiento funcione qien hace el trámite debe dejar las armas denunciadas "en custodia" en el Registro de Armas. Un procedimiento que nunca se hizo así, y que augura que -como sucedió en Chavezuela- cumplidos el término prescripto ningun "fierro" volvió a manos del propietario.
Es cierto que las armas ilegales son un peligro, pero es hora que se haga un plan de regularización serio, fácil y gratuito. Ésto que se anuncia hoy no es nada más que una excusa, para que una vez que se produzca su fracaso anunciado, igual que en Venezuela se implemente un plan de secuestros, casa por casa, y se ponga en duda también la tenencia legal, siempre con el argumento de obrar a la busqueda de un elusivo beneficio social.Y ahí si, estaremos como país y como pobre democracia, listos.